Hay muchas formas de volar y muchas formas de morir. Una distinta por cada persona. Nadie, nadie, muere igual. La muerte ya nace con nosotros, nos acompaña durante todo el camino, ahí está, es nuestra sombra cuidadora, pendiente del más mínimo descuido para actuar, a veces la esquivamos, a veces creemos que la engañamos pero élla nunca falla. Tampoco a mí me asusta la muerte (creo), la tengo asumida (creo), pero la forma de morir..., uffff!!!, le tengo pánico. Ojalá cuando llegue el momento, sea como toda mi vida, un sueño.
Acaso hay otra forma de volar?
ResponderEliminar:)
Besos.
Las hay, Nany. Aunque ésta, sin duda, es, a la par, universal y única. Un vuelo para el que todos tenemos pasaje.
ResponderEliminarBesos.
Me había ido por el lado más amable, jajajajaja
ResponderEliminar:P
No me gusta hablar de muerte, porque al ser tan segura... no me causa la mínima curiosidad, es más... que se tarde lo que quiera...
Besos y deja de trasnochar :)))
Pues es lo único que nos queda, como se muera eso... jodido la hemos.
ResponderEliminarNunca.
Besos y deseos
Hay muchas formas de volar y muchas formas de morir. Una distinta por cada persona. Nadie, nadie, muere igual. La muerte ya nace con nosotros, nos acompaña durante todo el camino, ahí está, es nuestra sombra cuidadora, pendiente del más mínimo descuido para actuar, a veces la esquivamos, a veces creemos que la engañamos pero élla nunca falla.
ResponderEliminarTampoco a mí me asusta la muerte (creo), la tengo asumida (creo), pero la forma de morir..., uffff!!!, le tengo pánico. Ojalá cuando llegue el momento, sea como toda mi vida, un sueño.
Un beso grande Rafa