Estos versos que nacen de mi sangre,
Son los versos de un bardo desolado,
Que en sus rimas se siente abandonado,
Y así nacen muriéndose de hambre.
Estos versos que beben del asfalto,
Son los versos de un lúgubre sediento,
Que espira sus estrofas, sin aliento,
Por no poder gritarlas claro y alto.
Estos versos que ansían la locura,
Son los versos de un cuerdo sin remedio,
Cuerdo-cuerda apresado en la atadura
De muertas esperanzas y del tedio,
De haber dilapidado la ternura
Y estar sin corazón del pecho en medio.
Son los versos de un bardo desolado,
Que en sus rimas se siente abandonado,
Y así nacen muriéndose de hambre.
Estos versos que beben del asfalto,
Son los versos de un lúgubre sediento,
Que espira sus estrofas, sin aliento,
Por no poder gritarlas claro y alto.
Estos versos que ansían la locura,
Son los versos de un cuerdo sin remedio,
Cuerdo-cuerda apresado en la atadura
De muertas esperanzas y del tedio,
De haber dilapidado la ternura
Y estar sin corazón del pecho en medio.
Estos versos manan de la sangre, entonces: el corazòn bombea.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafa
Desangrarse habiendo perdido el corazón, Uma; qué dolor tan inhumano.
ResponderEliminarUn beso.