I
Ella se marchó en la noche
Sin creer que la alegría
Con la luz de un nuevo día
Pusiese a su vida broche.
Se marchó sin un reproche
Contra aquél que su querer
Le negó por entender
Que ella no le era bastante,
Y, mostrándose distante,
La condenó al displacer.
II
Él, desde entonces, no vive,
Pues su ausencia le ha mostrado
Un afán enamorado
Que en el tiempo no prescribe;
Y, en la madrugada, escribe
Cartas de anhelo encendido
A ese amor que ha comprendido
Por siempre estuvo en su pecho;
Y se desangra en su lecho
Ante el insomnio rendido.
III
Y maldice la ceguera
Que, en su dura prepotencia,
Agotara la paciencia
De aquel hada que en la espera
Terminó por ser viajera
Para huir del desamor.
Y el amargo sinsabor
De sus cartas sin destino
Ahora es ya su único sino
Mudo, quedo y sin calor.
IV
Y la busca por las calles,
Por las sendas y los puertos,
Por la mar y los desiertos,
Por los montes y los valles,
Y su nombre, a grandes “ayes”,
Grita y grita en su tormento.
Y el cristal de su lamento,
Su garganta y su costado
Con encono, ha desgarrado,
Su sangre vertiendo al viento.
V
Entretanto, en su destierro,
Ella lleva en su memoria,
Dando vueltas como noria,
Aquel candado de hierro
Que, cual cortejo de entierro,
Él siempre tuvo en su boca.
Y aún lo añora como loca,
Y su anhelo es regresar,
Mas la detiene el pensar
Que no se ablanda una roca.
VI
Y en el tiempo va creciendo
Como océano sin playa
La distancia y la muralla
Que, sus entrañas muriendo,
Entre los dos se fue urdiendo
Por su recelo en exceso.
¡Malhaya destiempo avieso!,
Que ella se marchó en la noche
Sin saber que era un derroche
De la caricia y el beso.
Tengo una cosa para ti.
ResponderEliminarbesos.
Precioso, Rafa.
ResponderEliminarUn beso.
Vuelvo... ¡¡poeta!!!
ResponderEliminarOtro beso.
Rafa, BRAVO, MARAVILLOSO....... qué cosa tan inmensa tienes ahí dentro.
ResponderEliminarUn besazo, grandote
ME ALEGRO MUCHO QUE ESTES MARATONEANDO LITERATURA DE NUEVO LEON DE JUDA.CASTILLA CENTER
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