Duelen mis sueños
Sobre la arena insomne:
Noche amarilla.
(Este flujo de ausencias
Tiene aromas de muerte).
Tras tanta oscuridad,
Cómo abrir, cómo,
De nuevo los ojos;
Cómo encontrar suficiente valor
Para escapar de las viles cloacas,
Sin saber si, también,
Allá en la superficie,
Rigen, grises, las ratas.
Tras tanta oscuridad,
Cómo saber si aún
Cuartos crecientes, el sol, una estrella…
Tras el párpado inerme,
Tras el iris saturado de espectros
De sal, espuma y sílice.
Tras tanta oscuridad,
Cómo ignorar que, afuera,
Nunca duerme la noche;
Que la sombra amarilla en la clepsidra
Es anuncio de fauces,
Mientras la más densa de las vigilias
Eterniza lo breve.
Que tal va todo Rafa? He estado un tiempo sin apenas hacer las obligadas visitas a los blogs amigos. AHora he releido bastantes de tus ultimas entradas y veo que cambiaste algo tu linea, espero que eso signifique que todo vaya mejor auqnue sea lento pero seguro, bien hallado. Este ultimo me encantó. Te sigo siguiendo. Un beso
ResponderEliminarAMIGO RAFA: ¡SALUD!
ResponderEliminarMe sigue encantando leerte.
ResponderEliminarUn besazo, luz para tu día.
Lo bueno de conocer la oscuridad es que nos permite reconocer cuando clarea:)
ResponderEliminarBello poema, Rafa.