(Ya nada temas)
Y al fin
Te odio maldigo desprecio,
Con saña
Te aborrezco,
Con todo el encono de mis entrañas
Desearía
Que estuvieses muerta,
O, aun mejor, que nunca
Hubieseis nacido
Ni tú ni toda
Tu despreciable estirpe,
Para así jamás
Haberos conocido.
¡Qué bálsamo el rencor!
Me sigue doliendo
Toda mi alma,
Pero ya sé que odiando
Se soporta se controla se asume
La puta dentellada que es la vida,
Que basta con mudarse
En tóxico gusano
Para seguir arrastrando los huesos
Sin náuseas
Sobre el estercolero
De las horas vacías,
De lo muerto.
Y es así como al fin
Con todo mi amor, mi amor,
Yo
Te odio.
Fotografía: Andrey Razoomovsky.
Me encanta.
ResponderEliminarTuve esos sentimientos y nacen de lo màs profundo de las entrañas, a veces se siente la posible muerte del otro como un alivio, a veces uno prefiere la propia muerte para liberarse del intenso dolor de la afiebrada pasiòn de lo que fue y tornò en nada...
Y de repente esa nada lo ha inundado todo, y es ahì donde la cefalea me hace presa de la certeza de que ese odio solo puede destruìrme a mi...
Cada sentimiento debe sentirse a pleno.
Me ha encantado tu dureza, esa bronca, esa ira algo contenida, domada.
Un beso, Rafa
Pd:buenos deseos para vos tambièn
Bueno, querida Uma, lo cierto es que pienso que para quien siempre sintió miedo de los afectos, del cariño, y siempre trató de controlarlos para no dejarlos crecer, podando a dolor sus raices cada día, el que lleguen a odiarlo debe ser casi como un regalo.
ResponderEliminarBesos.
Rafa, pero que versos tan duros, lo peor de estos sentimientos es que luego suelen hacernos budú a nosotros mismos, el alivio del rencor es momentaneo, es una escapada o huída por la que se pasa, creo que es una de las fases del duelo, hasta que llegue la aceptación, esa es la que realmente nos deja tranquilos, entierra esos fantasmas bajo una profunda capa de tierra que es donde tiene que estar.
ResponderEliminarUN abrazo
No son tan duros como pueden parecer. A veces, varios poemas, aunque pudiera pasar desapercibido, forman parte de un conjunto y, vistos así, toman un significado distinto. Y también los títulos, o al menos los míos, son muy importantes en los poemas, y ocurre que a veces, también, encierran una aparente contradicción con el cuerpo del texto, pero en realidad vienen a resumir y a cohesionar su significado. Así, estos versos, como ya le dije a Uma, son en parte como un regalo. Y no pretenden ser duros, pero sí hacerse fuertes.
ResponderEliminarUn abrazo.
son los desprecios,la carencia de amor...
ResponderEliminarjoder con el poema!!!