Tú junto a mí
bajo la lluvia.
La misma lluvia
que desde siempre
contra el cristal
repiquetea.
Lejos de mí
bajo la lluvia.
A mis pupilas,
grises de octubre,
sube la sal
de un agua muerta.
Te vas de mí
bajo la lluvia.
En tu ventana
dos gotas de agua:
tu libertad
y mi condena.
bajo la lluvia.
La misma lluvia
que desde siempre
contra el cristal
repiquetea.
Lejos de mí
bajo la lluvia.
A mis pupilas,
grises de octubre,
sube la sal
de un agua muerta.
Te vas de mí
bajo la lluvia.
En tu ventana
dos gotas de agua:
tu libertad
y mi condena.
Enero de 2007
es preciosa y suena de maravilla, señor romántico empedernido.
ResponderEliminarUn beso.
Como la sinfonía de la lluvia esas dos gotas van a la carrera y un lugar de la ventana se desvían sus destinos.
ResponderEliminarQuedan los recuerdos en la carcel de octubre.
Un abrazo
Hermosa, siempre hermosos tus versos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y, repetido, Felices Fiestas y que el nuevo año te traiga de tó.
Tu desamor entristece un güevo, pero... ¡es tan bello!
ResponderEliminarEl tema de la lluvia golpeando el cristal de nuestra casa -nuestro yo- nos lleva a una visión de la tristeza interminable. "A mis pupilas grises de octubre sube la sal de un agua muerta" Pupilas grises de octubre, por favor, qué bueno, el agua muerta de la que sólo sube la sal a los ojos, qué imagen, qué cadencia, qué dulzura.
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