Como perro enjaulado que busca una luz sin aliento,
Que se imagina arañando la tierra, forjando una salida,
Cuando en el fondo se extingue sumido
En los albañales de su sin nada:
Ladrido-jaula.
Como gemido metido en la entraña,
Con raíces tan hondas como arterias,
Ensimismado y quebrantando:
Aullido-sangre.
Como enlutadas manadas de estrellas,
En sus ansias devorándose el ala:
Tiniebla-vértigo.
Como ocaso imprevisto, como agujero negro, como faz de un
------- cortejo:
Noche-lápida.
Fotografía: Oana Cambrea Cutteroz.
Todo puede ser terriblemente oscuro cuando del alma se ha adueñado la nada.
ResponderEliminarUn beso, Rafa.
A propósito del título de la canción de Noa:
ResponderEliminar"Ellos son dos por error que la noche corrige"
Eduardo Galeano
Un abrazo desde Eea
Diosa mía, qué gótico. Desde niña me atrajo la imagen del Ángel no ya caído -no, caído no, caido no- sino lastimado. Me causa pavor imaginarlo angustiado porque si no nos quedan ellos ¿quién nos dará paz? Tu poema es inquientante y siniestro, me gusta, me encanta y me desasosiega (debe de ser mi lado oscuromorboso).
ResponderEliminarHola Rafa,
ResponderEliminarContundente poema, me ha encantado cómo planteas los binomios de palabras a lo largo del mismo. El cierre me parece perfecto.
Me ha recordado a uno que escribí hace tiempo y es posible que de una temática similar.
Si lo encuentro un día te lo envío.
Un abrazo,
Estel J.