esta tarde tan gris
a pesar del sol
recién rendido a la gula del
inalcanzable horizonte
fingiré de antiguo esperarte
dijiste
recuerdas?
como en otras
que tal vez
sólo tal vez
vendrías
pero mi desaliento es ya
infinito
irreversible
pesado
impenetrable
como lápida de cementerio
añejo
con ese hedor
aséptico
a vértigo
a tiempo que
no es
no fue
no será
con ese color
mortecino de
rencor vacío
contra un dios
ansiado
diminuto
ilusorio
brutal
fingiré
y aunque vinieses
por primera
por última
por única
no vendrás
porque los muertos
no están
no sintieron
no serán
no ser o no estar
el no dilema
sin sentidos
sin sentido
esta tarde
tan gris
fingiré de nuevo
como fingen
sin saberlo
los cadáveres
Uno de diciembre de 2005
Fotografía: Daniele Labieni
El uno de diciembre vino al mundo Castilla Center. No es pues un dia tan triste para todos.
ResponderEliminarUno de diciembre.
ResponderEliminarPresenta credenciales
puede ser gris
o dorado.
Susceptible
a cambios
según los ojos
del poeta,
de los sueños
y de la capacidad
de la luz
para penetrar
en el desaliento,
para diluir
el rencor
y el ansia.
Gris
para no fingir,
azul
para pintar
lilas
en los ojos
de quien
te lee.
Un fuerte abrazo, Poeta. :)
Felicidades de nuevo, Carlos.
ResponderEliminarGracias, mamen, por tus versos, por estos y por los otros. Es una maravilla leerte.
Abrazos.