Primero fue con palabras,
Con las manos, con el gesto,
Con sonrisas, con miradas,
Con suspiros sin aliento.
Pero equívocos los cánticos,
Se esfumaron en el viento,
Dejándome en su lugar
Amordazado un lamento
Que desde la amarga ausencia
Con la jerga del silencio
Hoy te sigue reclamando
Que hagas en tu vida un hueco,
Donde el dolor desolado
De este mudo desconsuelo
Halle el bálsamo que alivie
La herida del tiempo muerto.
Y es que cuanto duele el silencio, mucho más que las palabras afiladas.
ResponderEliminarbuen tema, buen poema.
un abrazo
¡¡Cuantas veces debajo de las ruinas hallamos insospechados, enigmáticos y maravillosos tesoros!!
ResponderEliminarUn abrazo, muy lindo, Rafa; menos mal que no cortaste ese hilo y ...sigues fluyendo!
Rafa:
ResponderEliminarNo sé que ha pasado, salí en azul,
pasan unas cosas muy raras, en esa torre de babel, je je
¡¡misterio!!
Besillos,
Milena
Enfrente, en la pared, tengo uno de mis cuadros predilectos: La torre de Babel de Brueghel.
ResponderEliminarUna osadia y una gran aventura.
Un abrazo.
la cadencia y musicalidad del poema es enorme.
ResponderEliminarUn beso.
pd. pedazo de carcajada me has hecho soltar en mi blog, pacifista INcoherente.
Con las manos, con el gesto,
ResponderEliminarCon sonrisas, con miradas,
Con suspiros sin aliento.
Con palabras,
Esfumándose en el viento
Con mordazas,
con dolor,
Enmudecido tormento
Ese "hueco" a la vida
siempre se lo estoy pidiendo
Abrazos.
En Babelia, muchas palabras son compartidas
Una vez más has sacado música de las palabras. No son necesarios más instrumentos que un buen puñado de letras bien afinadas.
ResponderEliminarEnorme.
Cañaillas y vino de Chiclana.
Muchas gracias a todos. No digo mucho más, que, aunque me ahogo en tanto verso como brota del vacío que siento en mi pecho, estos días estoy parco en palabras. Y es que las mordazas pueden terminar atrofiando la capacidad de diálogo.
ResponderEliminarAbrazos.