miércoles, 19 de septiembre de 2007

Maravillas

A Maravillas
La otra mañana
Le sacaron el corazón del pecho;
Una grave cardiopatía,
Y hubo que intervenirla con urgencia
A poca vida y mucha muerte.
A medida que iba durmiéndose
Tal vez pensaba Maravillas
Que aquél era, quizá, su último sueño,
Y en sus hijos, los nietos, el marido,
La lluvia, las estrellas, los amigos,
Y pudiera ser que también
En que había de volver con sus nuevos
Latidos, para cumplir con aquello
Que le hice prometer
De prepararme a su regreso
Una más de sus deliciosas
Ensaladillas. Mas no se produjo
La maravilla
Ni sucedió ningún milagro;
Y Maravillas se nos fue
Sin nuevos latidos recién nacidos
Y dejando clavado en mi recuerdo
Aquel momento en que, entre lágrimas,
Me aseguró que pronto volvería
Para cumplir lo prometido.

4 comentarios:

  1. Bella y poetica historia, la vida es ansi y lo que deba pasar, pasara. Las palabras y las promesas se las lleva el viento del otoño. Quizas.
    O quizas vuelva en las noches de invierno buscando una buena queimada entre lso amigos que dejo.
    Nadie muere mientras alguien lo recuerde.
    Un abrazo.

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  2. Por casualidad te encuentro, navegando de blog en blog y a la deriva siempre hay un lugar donde encontrar una tabla.
    Me llamó mucho la atención la etiqueta de este bello y triste poema, triste y real, me llamó la atención porque creo a ciencia cierta en la versoterapia.

    UN placer hallarte

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  3. Las pérdidas deberían poder tener una explicación lógica, una esperanza de que no se van del todo, una explicación de qué hay más allá,...pero la realidad es otra, un abrazo

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  4. Sí, prometeo, hay quienes, a pesar de la muerte, se quedan a vivir en nuestro recuerdo.

    Bienvenida, Sandra, ya me he dado un paseo por tu poesía en tu blog. Y sí, la versoterapia es un hecho.

    Pues sí, leuma, la realidad, quizá la única realidad, es esa.

    Abrazos.

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