Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto, a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez
¡Cómo cambian las mentalidades y los tiempos! Hoy a los niños los llevamos a bautizar y les ponemos Ronaldinho o hasta Jennifer López, así con apellido y todo.
Pues yo me llamo Elsa Guadalupe. Elsa, porque se lo sugirió un amigo a mi padre; el pobrecito andaba ya perdidito.. Yo soy la tercera hija (no sabía que después le llegarían dos más, mujeres también).. Guadalupe, por mi abuela, la del poema ¿Lo recuerdas..?..
ResponderEliminarY la época, chupado: El siglo pasado.
Si me llegan a poner Jennifer López, renuncio de mis orígenes... Lo de Arnulfo, tiene tela!!!! aunque siempre lo he admirado y en esas circunstancias, para muchos, llevar su nombre, sea un gran honor.
Más besos.
Si que llevas razón en lo de los nombres. Y lo gracioso no es que se puedan mofar del crío con los nombrecitos, sino que algunos con nombre extranjeros como: WILLIANS y encima apellidarse Perez Camacho, eso tiene guasa.
ResponderEliminarOye y en mi pueblo podríamos contar muchísimas anécdotas.
Yo me llamo Ana, y simplemente Ana, por mi abuela. Menos mal que no se llamaba Federica, que tambien las hay, jejeje.
Buen homenaje a Arnulfo, y eso que tiene migas el nombrecito.
Saludos.
Modas, modas, modas...cada vez mas rapidas, cada vez el ritmo del cambio es frenetico incluso en lso nombres.
ResponderEliminarUn abarzo.