Eres el nido que alumbra al poema: pájaro ciego
sin alas.
* * *
Desde esta tela de araña
Atrapados de infortunio
No han de volar los insectos
de la noche.
* * *
Está la mariposa
deshojada.
* * *
Incinérame de olvido, pájaro blanco de fuego. Y ofrenda mis cenizas apagadas, a la reina de las lilas: virgen vestal sin simiente, metamorfosis
inalcanzable.
* * *
Qué estéril
Promiscuidad,
Cuánto silencio.
* * *
En mi parva desmesura, con la vara de un manzano, golpe a golpe desmedida.
* * *
Vuela a lo lejos el cisne, escupiendo su desprecio.
(De mis bestias, la más cara, lleva una rueda en la mano)
* * *
Arde el nido:
Vuelan los muñones
desolados.
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