miércoles, 4 de julio de 2007

Balsa a la deriva

Se derrama mi tristeza
al calor que le otorgara
la caricia del poniente.

2 comentarios:

  1. ¡Bien! La tristeza derramada es como el vino que se vierte. ¡Alegría!

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  2. Fue, Mamen, un regalo inesperado que me dejó el poniente antes de marcharse.

    Un beso

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