Tras varias prórrogas sin ser capaces de acordar un claro vencedor, y en vista de que ninguno de los dos arrojaba la toalla, los jueces determinaron que el combate sólo podría ser decidido mediante el sistema de muerte súbita.
Esa es la batalla de los los que nunca ceden, de los que se saben combatientes de una batalla invencible, de los que se saben luchadores sólo luchadores y no vencedores pero tampoco vencidos
¿la batalla es la del amor?
"Vengo con tres heridas.... la del amor, la de la muerte la de la vida...."
Pues sí, Ignacio, terrible, y, aunque no seamos conscientes, asistimos -e, incluso, somos protagonistas- a situaciones similares en numerosas ocasiones.
Podría ser, Milena, la batalla del amor. Pero también otras. Y creo que nunca podemos estar seguros de ser esos luchadores que ni vencen ni son vencidos. La lucha cansa y, no, Mar, siempre reporta algo positivo. Pero hay que luchar, claro que sí, pero sabiendo arrojar la toalla, por uno o por el otro.
No no Rafa si acaso se tira la talla por uno mismo, el otro se las avie como pueda o sepa... si vas de samaritano sales magullao Rafa... te lo digo por experiencia...
Oño Paquita aqui teneis un afan por cargaros a la gente: Larrey se cargo el otro dia a un pavo y a una mama, Rafa termina sus cuentos casi siempre matando a alguien y ahora tu... amos amos...
Terrible, espectacular.
ResponderEliminarEsa es la batalla de los los que nunca ceden, de los que se saben combatientes de una batalla invencible, de los que se saben luchadores sólo luchadores y no vencedores pero tampoco vencidos
ResponderEliminar¿la batalla es la del amor?
"Vengo con tres heridas.... la del amor, la de la muerte la de la vida...."
así estamos, de cicatrices...
Abrazos ,muchos abrazos
Voy con la seda y la aguja de coser, permisoooooo.
ResponderEliminarCreo que quien sabe luchar no pierde, por tanto siempre k luches ganaras algo...
ResponderEliminarTu Mar
Ay, sí, por favor...
ResponderEliminarhay muchas heridas que suturar, preciosa
Ufff como tengo hoy el día. El video no lo pude escuchar entero
Chaíto que estoy mu tonta hoy
Pues sí, Ignacio, terrible, y, aunque no seamos conscientes, asistimos -e, incluso, somos protagonistas- a situaciones similares en numerosas ocasiones.
ResponderEliminarPodría ser, Milena, la batalla del amor. Pero también otras. Y creo que nunca podemos estar seguros de ser esos luchadores que ni vencen ni son vencidos. La lucha cansa y, no, Mar, siempre reporta algo positivo. Pero hay que luchar, claro que sí, pero sabiendo arrojar la toalla, por uno o por el otro.
Abrazos.
No no Rafa si acaso se tira la talla por uno mismo, el otro se las avie como pueda o sepa... si vas de samaritano sales magullao Rafa... te lo digo por experiencia...
ResponderEliminarTu Mar
¿Y quien muere? uno, los dos o los jueces. PAQUITA
ResponderEliminarOño Paquita aqui teneis un afan por cargaros a la gente: Larrey se cargo el otro dia a un pavo y a una mama, Rafa termina sus cuentos casi siempre matando a alguien y ahora tu... amos amos...
ResponderEliminarQuien dijo miedo habiendo hospitales...
Espero que no muriese ninguno, aunque, sin duda, salió bien magullada la justicia.
ResponderEliminarAbrazos