lunes, 21 de octubre de 2019

Sevilla a través de sus azulejos (9): Panaderías, confiterías y pastelerías tradicionales (parte tercera: El desembarco de otras confiterías artesanales andaluzas). (Carlos Parejo)


Las más prestigiosas conifiterías de Andalucía Occidental hace tiempo que decidieron diversificar sus negocios, antaño dependientes del mantecado navideño, hacia la pastelería creativa y los dulces de chocolate. Un paso más ha sido la expansión de su red de confiterías fuera de sus lugares de origen.

Las primeras en instalarse en Sevilla capital, atraídas por su boom turístico, han sido empresas de mantecados de la localidad de Estepa, en plena sierra sur sevillana, como La Despensa de Palacio y La Colchona. Sus tiendas conservan la estética tradicional de los escaparates emblemáticos de dicha ciudad, con elegantes fachadas acristaladas y esmeriladas. En ellas se exponen al público sus principales creaciones con una ambientación sobriamente vintage y elegantona.


Esta tendencia ha continuado con el desembarco en Sevilla ciudad de confiterías como Rufino (año 2018), la más clásica y afamada de la localidad serrana onubense de Aracena (data del año 1875), en cuya fachada luce un bello azulejo publicitario, y una sucursal de la confitería sanluqueña La Rondeña, que se creó el año 1960, cuya fachada expone un muñeco articulado haciendo dulces y una amplia gama de manjares confiteros en tre pétalos de rosas. En cuanto a los dulces cuentan con más de medio centenar de variedades como chocolate artesano, tartas, yemas, palmeras, bollos de nata, cuñas, bollos, cortadillos de cidra, carmelitas, merengues, suspiros de almendra, helados, los clásicos dulces de Semana Santa y un largo etcétera. Sin embargo, son confiterías que se han modernizado y usan ahora ingredientes del mundo globalizado como chocolates de Bélgica, vainilla de Madagascar, fresas de Huelva, membrillos andaluces o piñones castellanos.

(¢) Carlos Parejo Delgado

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