Al final del cuento —que no era de la autoría de Hans Christian Andersen sino chino— sólo el cerdito Alto Cargo de Sanlúcar y Mucho-Morro pudo asumir el coste de regularizar su lujoso casoplón. A los cerditos Currante Precario de Eteté, y Parado de Larga-Duración y Chapú de Mierda no les fue posible por una más que evidente falta de recursos, y sus humildes chozas de madera contrachapada y paja terminaron siendo derruidas por la Gracia de Dios y una resolución inapelable dictada por la administración.
Huan Ma Lin, chaquetelo compulsivo y vividol del cuento.
(De la serie: Cosas de 'juzgao' de guardia que no están aconteciendo en Cataluña y nos pasan desapercibidas.)
(*) A propósito del Decreto-ley 3/2019, de 24 de septiembre, de medidas urgentes para la adecuación ambiental y territorial de las edificaciones irregulares en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Fotografía: Vista aérea del chalé propiedad de Juan Marín, Vicepresidente de la Junta de Andalucía, construido de manera irregular en suelo no urbanizable en Chipiona.
Juan Marin no estaba tan dormilina como decías...
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