(Lo imprevisto)
Cuando Anselmo Hipólito Federico de la Piedad y Cruz de los Desamparados se lo llevó al agua con inquebrantable afán asesino, no se le ocurrió pensar por un instante que aquel gato aún podía disponer de varias vidas para tomarse la venganza por sus garras.
Cuando Anselmo Hipólito Federico de la Piedad y Cruz de los Desamparados se lo llevó al agua con inquebrantable afán asesino, no se le ocurrió pensar por un instante que aquel gato aún podía disponer de varias vidas para tomarse la venganza por sus garras.
Historias para no dormir que diría Ibáñez Serrador
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