miércoles, 7 de agosto de 2019

Malos tiempos


Las cosas no marchaban
nada bien. "A mal tiempo,
buena cara", escuchó
de boca de aquel tipo
como única respuesta
—el tipo, un empleado
a sueldo de la usura,
no traía precisa-
mente buenas noticias.
Después le regalaron
—fue por su aniversario
de bodas; su pareja
había fallecido
de manera traumática
un par de meses antes—
un libro de autoayuda.
Regalo envenenado.
Fué con buena intención,
pero su amiga X
y consorte y amante
—un trío bien avenido—
podían haber tenido
un poco de más tacto.
Lo abrió. Primera página,
una cita: "A mal tiempo..."
No continuó leyendo.
Se dirigió, con paso
firme, al cuarto de baño.
Se miró en el espejo.
Hizo muecas. Y luego...

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