Los falaces carecen de escrúpulos, desvergonzados hasta las heces, desconocen todo lo relativo a la ética. Sus 'valoraciones' respecto a los otros, son el mugriento espejo en el que se miran. Tan nauseabunda o más que cepillarse los dientes al borde del coma etílico: Carmen Calvo, esa cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario