lunes, 22 de julio de 2019

HDLGP


El Tribunal de Cuentos
chinos y otras milongas
—un tribunal formado
por antiguos políticos,
bipartidistas todos,
con anchas tragaderas
y un estómago siempre
movido por la gula
y el agradecimiento—
a exonerado a Ana
Botella de pagar
la más que merecida
multa que se le impuso
por haber traficado
con los sueños precarios
—techo, pan y trabajo—
de los empobrecidos.
Y Almeida y sus sicarios
no moverán un dedo
a fin de recurrir
decisión tan obscena.
Las puertas giratorias
una vez más han dado
sus frutos para gozo
de las ratas, en tanto
los parias continúan
sin puertas que den paso
a una austera morada.
Y los medios tratando
con sordina el asunto;
sucede en Venezuela
—esto allí no sucede,
allí la 'Dictadura'
lleva décadas dando
vivienda a los humildes—
y habrían montado un pollo
que ni los de Arrimadas.
¿Y qué decir del pueblo,
—relaxing cup of coffee—,
indolente y callado
e incluso refrendado
con su voto estás prácticas?
Mejor no decir nada.
¿Democracia? ¡Una polla
como una olla llena
de papas a lo pobre!

Tommy Nawo, poeta a tiempo parcial, esclavo de ETT, gracias a la jodida reforma laboral.

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