1. Breve
reseña "histórica". Variaciones climáticas y extinciones masivas.
Las grandes variaciones climáticas forman parte
de la dinámica natural de nuestro planeta desde prácticamente su origen, con
periodos más o menos fríos (entre estos, aquellos a los que hemos denominado edades
de hielo o glaciaciones) y otros en mayor o menor medida calurosos. Como
consecuencia de estas grandes variaciones climáticas, en la Tierra ya han
acontecido a cinco grandes extinciones masivas, todas ellas producto de
factores exclusivamente naturales, ya de origen interno, ya de origen externo,
o su combinación.
De estas cinco, la primera, la del Ordovícico-Silúrico,
que se produjo hace aproximadamente 450 millones de años, tuvo su origen en la
deriva del supercontinente Gondwana hacia el sur, lo que dio lugar a una
intensa glaciación y al descenso del nivel del mar. Otra teoría centra las
causas en la explosión de una supernova "cercana" a la Tierra, que
irradió el planeta destruyendo la capa de ozono y liberando una gran cantidad
de gases derivados del nitrógeno que bloquearon la llegada de la energía del
sol, lo cual dio lugar a un rápido e intenso enfriamiento global generalizado.
Las otras cuatro grandes extinciones fueron
producto del calentamiento global como consecuencia, junto con posibles factores
externos —como el impacto de un meteorito—, de la acumulación en la atmósfera
de gases con efecto invernadero, fundamentalmente por el incremento de la
actividad volcánica.
La tercera gran extinción. El efecto dominó.
La tercera gran extinción, la del
pérmico-triásico, acontecida hace 250 millones de años, merece una mención
especial, no tanto por haber sido la mayor de las cinco (desaparecieron el 95 %
de las especies marinas y el 70 % de las especies de vertebrados terrestres),
sino por las posibles similitudes con los procesos actuales y futuros
relacionados con el calentamiento global que sufre nuestro planeta.
A grandes rasgos —sin excluir la contribución a
esta extinción del impacto de un gran meteorito, así como la explosión de una
supernova—, el origen fue una intensa y prolongada erupción de material
volcánico en Siberia, que elevó los niveles de CO2 en la atmósfera y, por
tanto, la temperatura global. Tras subir, por esta causa, la temperatura global
en 5º C, se comenzaron a liberar a la atmósfera, por descongelación, los
depósitos de hidrato de metano de los fondos oceánicos, lo que elevó las
temperaturas en 5º adicionales.
2. Causas
del calentamiento global.
Hasta hace pocos siglos, como acabamos de
reseñar, las causas de las variaciones climáticas han sido fundamentalmente de
carácter natural, con una incidencia prácticamente nula de posibles factores
antrópicos.
Causas naturales
Entre las causas naturales se encuentran el
vulcanismo, los cambios en la actividad solar, variaciones de la orbita
terrestre, etc.
Causas antrópicas
Las causas antrópicas, en la actualidad, devienen
de nuestros aberrantes e inconscientes modelo productivo y modos de vida. Unos
modos de vida y unos modelos productivos que inciden en el incremento brutal en
la atmósfera de gases con efecto invernadero. Estos gases provienen de:
-Sector del transporte, cuyo funcionamiento se
asienta en el consumo de energías fósiles y en un sistema de transporte en el
que cada vez cuenta con menos peso el transporte colectivo (mucho más eficiente).
-Generación de energía y emisiones industriales.
-Deforestación (las plantas fijan CO2 mediante la
fotosíntesis).
-Incendios forestales (que destruyen masa vegetal
y emiten CO2 a la atmósfera). Evidentemente siempre ha habido incendios
forestales por causas naturales. Pero hoy, amén de los incendios por causas
antrópicas (intencionados, como consecuencia de negligencias, etc.), su virulencia
ha crecido de manera exponencial por la deficiente gestión forestal y por el
despoblamiento rural que ha llevado al desaprovechamiento de los productos
forestales y su acumulación en los montes "a la espera" de ser pasto
de las llamas.
-El uso excesivo de fertilizantes en la
agricultura. Estos, por lo general, contienen elevados niveles de óxidos de
nitrógeno, con un potencial mucho mayor que el CO2 en cuanto a su incidencia en
el calentamiento global. En este punto, mencionar también la mecanización de las
labores agrícolas y el consumo de energías fósiles que conlleva.
-Deficiente gestión de los residuos sólidos
urbanos y agroganaderos. La descomposición de estos residuos genera metano, un
gas también con un potencial mucho más elevado que el CO2 en cuanto su
incidencia en el calentamiento global.
3.
Actuaciones necesarias para frenar el calentamiento global.
Las actuaciones, aunque complejas en lo relativo
a su puesta en marcha, son fácilmente determinables con sólo atender a las
causas.
a) Impuso del transporte colectivo y mediante los
sistemas más eficientes (el ferrocarril como columna vertebral del sistema de
transporte) y disminución de las necesidades de transporte a través de un nuevo
diseño de las políticas de ordenación del territorio y urbanísticas, que
otorgue una mayor accesibilidad a infraestructuras y servicios y reduzca las
necesidades de movilidad. Restricciones al uso del vehículo privado, ese voraz consumidor
de energías fósiles.
Movilidad sostenible. Este concepto constituye un
oxímoron diabólico que acabará por caernos encima como una pesada losa. Porque
tras el "engendro" se oculta casi siempre el incremento de la
movilidad basada en energías fósiles (Inciso: el coche eléctrico constituye hoy
día la gran estafa en políticas de movilidad. Porque en el contexto del modelo
de producción energética actual, la energía eléctrica que consumen, se genera
en gran parte sobre la base de energías fósiles. Evidentemente reduce las
emisiones en el ámbito urbano, pero las traslada a los lugares de generación de
la energía que consume. La única movilidad sostenible es la que no tiene lugar
o se efectúa de manera autónoma (a pie o en bicicleta). Comencemos a hablar de
accesibilidad sostenible).
Por otra
parte, el modelo del coche eléctrico, continuará incidiendo en la generación de
otros problemas ambientales inherentes al modelo de trasporte basado en el
vehículo privado. Citemos sólo el consumo creciente de espacio para
infraestructuras de trasporte por carretera. Con lo que ello conlleva, por
ejemplo, en la destrucción de espacios forestales.
Cinco
millones de vehículos eléctricos (coches, furgonetas, motocicletas…) en 2030,
aproximadamente el 16% del parque móvil que se espera para esa fecha, es la
pretensión del Gobierno de España señalada en su Plan Integrado de Energía y
Clima 2021-2030. Una locura que impedirá la puesta en marcha de un modelo de
transporte sostenible basado en los medios colectivos, en especial el
ferrocarril. ¡Viva el mal! ¡Viva el capital!
Vendrán los
vándalos a decir que medidas de este tenor terminarán por suponer la
restricción de las libertades ciudadanas. Nada más lejos de la realidad,
vendrían a liberar a la ciudadanía de los grilletes de un sistema de transporte
opresivo y sumamente perjudicial para su salud física y psicológica.
b)Planes de transición energética que reduzcan la
producción de energía sobre la base de combustibles fósiles e impulse las
energías alternativas limpias (no sólo la solar y eólica. También la
maremotriz, la minihidráulica, geotermica, etc.) Un reto importante se halla en
la necesidad de, cuando no se consumen inmediatamente estos tipos de energía,
contar con sistemas para su almacenamiento. Hay que invertir y mucho en I+D+i
en este campo.
Esta
transición, además, al reducir nuestras necesidades de importar combustibles
fósiles, mejoraría notablemente nuestra balanza comercial.
c) Reducción de las emisiones de gases con efecto
invernadero (y otros) por el sector industrial. Más I+D+i. Políticas de
decrecimiento.
d) Planes forestales para la reforestación. Pero
planes forestales de verdad, no como el agonizante y a la par casi nonato Plan
Forestal de Andalucía.
e) Incremento de las labores para la prevención
de incendios.
f) Rehumanización del mundo rural.
g) Generalización de las
agricultura ecológica e integrada. Optimización de la mecanización de las
labores agrícolas.
h) Fomento del consumo de
productos de proximidad (menos transporte = menos emisión de gases de efecto
invernadero).
i) También resulta esencial, de
cara a la mitigación de los efectos del cambio climático, hacer incidencia en
un cambio radical en la política de residuos, para que se desarrolle en
concordancia con el famoso lema de las 3 'R' (que deberían ser cuatro).
Reducir, reutilizar y reciclar.
—O reducir, reutilizar, (reparar) y reciclar—. Pero por este orden de
prioridades.
1. Reducir el volumen de residuos
que producimos. En general, pero en particular en lo que se refiere a envases
(tanto plástico en ríos y mares, tanta botella de Coca Cola) y embalajes
superfluos. Más alimentos a granel y menos naranjas peladas envueltas por
varias capas de plástico.
2. Reutilizar. De todo. Pero en
particular envases. Hace tiempo se habló en este país de todos los demonios,
que es Andalucía, de la normalización de envases. Que no hubiese uno diferente
para cada tipo de bebida o líquido o marca. Unos cuantos que facilitasen el
sistema de retorno del vidrio, su lavado y su vuelta a usar por las diferentes
marcas comerciales. Ya apenas nadie se acuerda. A los grandes establecimientos
comerciales les interesa más el envase de usar y tirar, ya sea de vidrio, de
plástico u otros materiales. La reutilización de envases en circuitos de
proximidad siempre resulta más eficiente desde el punto de vista energético que
su reciclaje. También es necesario impulsar los mercados de segunda mano.
Encomiable labor en este sentido la desarrollada por colectivos como Traperos
de Emaus.
-. Reparación. Amén de propiciar
la reducción del volumen de residuos que producimos, siempre resulta más
eficiente energéticamente que fabricar de nuevo el producto. El pueblo cubano
es todo un ejemplo en lo que a esta cuestión se refiere.
3. Reciclaje. Esta opción sólo se
debería contemplar agotadas las otras posibilidades. Resulta esencial el
"reciclaje" de los residuos orgánicos. El compostaje de estos, amén
de generar materia orgánica apta para su incorporación a suelos agrícolas y
forestales, evita la emisión de metano procedente de los residuos a la
atmósfera. Un mal enfoque de la política de residuos en España es la que determina
que la fracción resto acoja tanto residuos orgánicos como "otras mierdas
inorgánicas". Habría que procurar y fomentar la separación selectiva de
residuos orgánicos. Únicamente residuos orgánicos, sin otros restos. Para
facilitar el compostaje.
4. Una
reflexión final.
Preguntas casi retóricas.
¿Qué ocurriría, teniendo en cuenta los niveles
actuales de gases de efecto invernadero en la atmósfera, si se produjese un
incremento notable de la actividad volcánica, algo nada desdeñable en función
de la actual tectónica de placas?
Efecto dominó. ¿Que ocurriría si, dado el
incremento actual de las temperaturas, se liberasen los compuestos de metano de
los fondos marinos o congelados en el permafrost de las regiones periglaciares
como la tundra? Esto último ya se lleva detectando hace unos años?
¿Estamos a las puertas de una sexta gran
extinción? Es más que probable.
O actuamos y de manera contundente ya, o nos
callamos para siempre. Es decir, o nos ponemos manos a la obra a destajo o nos
vamos al carajo.
Análisis contundente y certero.
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