Em-prendi/miento

En los barrios antaño
obreros, hoy plagados
de familias con todos
sus miembros en el paro,
nos hemos habituado
a ver echar el cierre
al pequeño comercio.
'Pero todo va bien
—nos dicen los patriotas
de botín y poltrona—.
Nuevos nichos de empleo
vendrán a sustituirlos
de manos del mercado
y del emprendimiento;
es cuestión de adaptarse
a la revolución
digital y las nuevas
exigencias que hoy día
nos imponen la Diosa
Competitividad
y su corte creciente
de insaciables parásitos.'
Y, mientras esperamos
en vano ver cumplida
esa incierta promesa
del diablo, en su lugar
nos cae, hediendo a azufre
y fuego, desde el cielo
de los lunes al sol,
el maná apocalíptico
de estos tiempos. Qué plaga:
los salones de juego.

(De las nuevas sodomas y camorras.)