miércoles, 10 de abril de 2019

Hilillos de plastilina


Tras haber salido finalmente a la luz las falaces fabulaciones y demás actuaciones de carácter totalitario del contubernio mediático policial urdido en las más sucias y apestosas cloacas del Estado español por algunos de sus más insignes constitucionalistas, cuánto bocazas de Twitter y Facebook y otras redes sociales debería estar hoy rectificando y pidiendo disculpas por, enfebrecido de odio, haber contribuido a dar pábulo a tanta calumnia, a tanto despropósito antidemocrático al servicio de los canallas de siempre. Pero sostenella y no enmendalla ha sido, aun con la mierda al cuello y desde tiempos ya remotos, un modo de proceder muy español y mucho español. Así que, en lugar de mirarse en el espejo para ver al espantoso monstruo que llevan dentro y hacer examen de conciencia, continuarán culpando a la izquierda y sus contradicciones y errores —tanto los ciertos, nadie es perfecto, como los inventados y una y mil veces desmentidos— del ascenso de la ultraderecha en España. Que gran verdad dijo sin querer Rajoy cuando afirmó aquello de "lo que nosotros hemos hecho es engañar a la gente." It's very difficult todo esto, compadres, very difficult. A ver quién es el guapo que limpia ahora tanta bazofia estultocrática y tóxica.

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