La profecía
Cada vez que un político
atraviesa una puerta giratoria
se incrementan a un tiempo
el precio de la luz
y el número de cortes
del suministro eléctrico
en noches de tormenta.
Y así, casi sin darnos
cuenta y a giro lento,
nos vamos adentrando
en la región del frío
y la edad de las sombras.
Cuenta la profecía
que, una noche de invierno
cuando estemos a punto
de perecer ahogados
con la cellisca al cuello,
codo con codo iremos
a tomar de esas puertas
la brea que las engrasa
para encender con ella
hogueras de esperanza
con las que calentarnos.
Así sea
A las eléctrica ni toserlas, si quereis protestar la hora del Planeta y basta
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