Durante la dictadura fue práctica más o menos frecuente entre las familias pudientes afines al régimen, robar los bebés que daban a luz las rojas y las humildes, para criarlos como si fueran sus propios hijos. Hoy, los herederos ideológicos del franquismo, pretenden institucionalizar, en esa misma línea, prácticas algo más sutiles, pero igual de inhumanas y ruines. Así, como si ya no tuviésemos suficiente con el aberrante asunto de la gestación subrogada, ahora nos llega Casado proponiendo regularizar la situación de aquellas mujeres inmigrantes ilegales que, a cambio, accedan a entregar en adopción a sus hijos. ¿Se puede ser más canalla?
Horrible de Horribilia
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