martes, 6 de noviembre de 2018

WTF


Esta mañana, al despertarme,
comprobé, con espanto, que era presa
de un alzamiento de lo más violento.
Como buen ciudadano 

y cristiano de pro
mi primera intención ante tamaña
rebelión a mis años,
fue ponerme en contacto,
por supuesto al objeto
de autoinculparme, con la Fiscalía
General del Estado
y sus ecuánimes inquisidores.
Pero luego oriné y se me pasó.
Según mi urólogo de cabecera
en España estas cosas
son "normales" -lo dijo
dibujando en el aire
un buen par de comillas con los dedos-,
lo cual no significa
-aseguró a renglón
seguido- que el asunto
no sea como mínimo
pa' cagarse la perra.
Tan convincente fue que no he creído
necesario pedir una segunda
opinión al respecto. "¡Viva el vino!"

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