martes, 30 de octubre de 2018

En la picota (y XXII)


temerario o bizarro
—depende de la altura
a la que se sitúe
la pupila que observa—
el hueso se ha adentrado
a través de la breña
hasta el runrún de vértebras
dislocadas que anega
la mazmorra
                       aprehendido
por los perros ha sido
sometido a Juicio
de Dios y condenado
nuevamente a la hoguera

es la pugna sin tregua
que desde los orígenes
sin útero han librado
la lámpara y la fe
ciega urdida en las sombras
para alimento y gloria
de los cuervos fanáticos
de ordalías sin tuétano
que enlodan la caverna

pero el hueco del hueso
se ha ido mudando en útero
fértil siempre a la espera
de acoger en su seno
de aceite y raíz la chispa
que incendie las cenizas
y alumbre con la lluvia
un huevo de Ave Fénix

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