viernes, 15 de junio de 2018

De cartón piedra


Los estados "modernos", tan rancios e involutivos en lo significativo, precisan a menudo de los servicios de torturadores y otras alimañas a fin de mantener el statu quo que interesa a las mafias del totalitarismo financiero a las que sirven. Y, como los necesitan, no les conviene estar mal avenidos con ellos. De ahí que a sujetos como Billy el Niño no sean recluidos en centros de internamiento de alta seguridad durante 30 años o más como sin duda merecerían, ni haya habido hasta la fecha en España un gobierno medianamente decente que les retire inmerecidos honores y condecoraciones como correspondería en una democracia que no fuese de cartón piedra.

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