Política forestal y plusvalía

¿Política forestal? ¿Qué política forestal? En el mundo, salvo parciales y muy contadas excepciones, ninguna. Tal vez deberíamos comenzar por oponernos sin ambages a la tala de árboles centenarios y a que se haga tabla rasa de bosques milenarios e insustituibles para mayor satisfacción de la miope, cortoplacista y siempre insaciable gula de plusvalías + que caracteriza a las élites del totalitarismo financiero (qué elegante me ha quedado el eufemismo). Y, sobre todo, una política forestal de futuro sólo puede partir de actuaciones contundentes, incluso de cirugía invasiva, para una reducción tan drástica como urgente de la emisión de gases de efecto invernadero. De no hacerse así, a medio y largo plazo, cualquier política forestal está condenada al fracaso. Una vez más, con la plusvalía hemos topado, mi querido Sancho.