La tolerancia

"Me cago en Dios

& en todos sus muertos"

Mario Santiago Papasquiaro

Si me cago en sus dioses,
sabiendo, convencido de que son
tan sólo personajes de leyenda,
afirman ofenderse.
Y con los ojos rojos, inyectados en sangre
por el resentimiento y el odio, me señalan
con el dedo, gritando "¡PECADOR,
cierra tu sucia boca, no blasfemes!"
Y me hostigan sin tregua y amenazan
y añoran las hogueras donde antaño,
a modo de castigo, le arrancaban
la vida los blasfemos, olvidando
que, según sus doctrinas,
la existencia es un don que sólo pueden
dar y quitar los dioses.
Pero cuando son ellos los que, en nombre,
en el nombre tomado en vano de su dios,
se cagan en el Hombre
-hiriendo, asesinando, haciendo guerras
o, usando la coartada del arrepentimiento
futuro y el perdón
que habrán de concederles sus ídolos de barro,
robando, torturando, violando y perpetrando
todo tipo de acciones viles y reprobables-,
exigen tolerancia, nos exigen
respeto, comprensión con sus motivos
bastardos, sin razón, intolerables.
Pues no obtendrán respeto
y aun menos tolerancia de mi parte
ni taparán mi boca,
y seguiré cagándome
en dios cuando me plazca,
porque siempre que lo hago,
no me cago en su dios ni en dios alguno,
cuando me cago en dios, ¡me cago en dios!,
me estoy cagando en ellos.