lunes, 2 de abril de 2018

Historias de la calle Alfarería (36). "La Gloriosa" (Carlos Parejo).


Verano de 1873. Tengo un puesto de periódicos en las cuatro esquinas situadas entre la calle Alfarería y Antillano Campos (antes Cuchilleros).

Hoy pregono a los cuatro vientos una bomba de noticias que trae en primicia el periódico demócrata intransigente”La Andalucía”. El Ayuntamiento ha declarado el “Cantón libre e independiente de Sevilla”, dentro de la República Federal de Andalucía la Baja. Entre los anarquistas seguidores de Don Fermín Salvoechea y los socialistas del credo del Señor Proudhon cunde la euforia.

Más de un centenar de trianeros se han apuntado a las milicias populares municipales o “gorras rojas”. El alcalde Mingorance ha mandado repartirle carabinas traídas de Inglaterra que se guardaban en el Cuartel de Artillería (antiguas Atarazanas). Los nuevos soldados cobran un sueldo mensual de dos pesetas. Carboneros, carreteros, criados, herreros, hortelanos, jornaleros, pescadores y tejeros, militan en sus filas.

Ante el aviso de que el Gobierno de Madrid va a enviar tropas regulares para sofocar la “asonada” los cargadores del muelle han puesto decenas de sacos de arena en una gran barricada, a las puertas del puente de Triana. Ese que veinticinco años antes se bautizaba con el nombre de la exiliada reina Isabel II. Y han adornado sus barandas con banderines de la tricolor. Para matar el tiempo, con su gracejo propio, han hecho popular una nueva copla: “Triana, qué bonita está Triana, cuando le ponen al puente, bandera republicana”.

A primeros de agosto las tropas del General Pavía nos han derrotado. Como si hubiera sido el sueño de una noche de verano, el día de la Virgen de los Reyes han vuelto a ser elegidos como alcalde, capitán general y gobernador civil de Sevilla respectivamente, un conde, un duque y un marqués.

(¢) Carlos Parejo Delgado.

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