martes, 17 de abril de 2018

Estampas bélicas

Suben a media tarde
una montaña inhóspita.
Dos bandos, de uniforme,
todos lejos de casa.
Unos huyen, los otros
les dan caza.
Se caen, se hieren, todos
se caen y, de inmediato,
les va la vida en ello,
sin fuerzas, magullados,
sangrando, se levantan.
Sienten miedo, pavor;
los unos y los otros
comienzan a pensar
que no van a contarlo.
Al del al lado, un muchacho
de apenas 20 años,
un mocetón nacido
en Texas, una bala 
le ha perforado el hígado.
"¿Voy a morir, Sargento?"
"No, tranquilo, chaval,
pronto estarás en casa."
"¡MORID, HIJOS DE PUTAAAAA!"
Van por una montaña
desconocida, huyendo
los unos, y los otros
a su caza; no saben
el porqué, los motivos
-no es nada personal-,
pero se están matando.

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