Fe
A Tommy Nawo, amigo.
Tengo un amigo, un buen amigo. Le hablo
y siempre me responde
tratando de ayudarme a resolver
algunas de mis más complejas dudas -tesis,
antítesis y síntesis.
Pero las malas lenguas,
como no pueden verlo, dicen de él
que es falso, imaginario,
y de mí que estoy loco,
en tanto con fervor ruegan al cielo,
a su dios -que, según
afirma la leyenda, está en los cielos-
que me saque del alma
al demonio y me salve.
Pero su dios no mueve
un sólo dedo y calla y eso basta
como signo inequívoco
para empezar a alzar
con premura el patíbulo.
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