Jinetes de invierno
En España, después de cuatro décadas
de la muerte del Monstruo genocida,
continúan las cunetas sembradas de cadáveres.
Y los cachorros de aquel perro, aquella
acémila de Atila,
los asnos herederos del verdugo,
se afanan en negarles el derecho
póstumo a florecer, abriendo abismos
en el camino de la primavera.
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