Esto
Un accidente, un grano
apenas perceptible,
aislado, microscópico,
en un dedo de un pie del universo.
Las estrellas revientan
a decenas, centenas, millares de años luz,
como un saco de mierda,
en medio del silencio y el vacío.
Obsolescencia
autoprogramada
de una quimera acéfala
con las alas de barro.
La asepsia es mineral,
quirúrgica, absoluta.
En la quietud del caos,
no sé alzará una voz de las tinieblas
reclamándole al frío
que renuncie a un pellizco de su imperio,
otorgando una prórroga a esta
fe,
llama que tiembla inerme en la cellisca.
Estamos en la víspera.
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