sábado, 27 de enero de 2018

Esto no es una pipa

"Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto".

Milan Kundera

"TODO

ES POESÍA

                      menos la poesía"

Nicanor Parra

¿Cómo llenar la cesta de la compra
cuando en los anaqueles de los hipermercados
y las tiendas ruinosas de extrarradio
se acumulan innúmeros centímetros de caspa
por falta de limpieza y el exceso
de excesos antropófagos por parte de los ácaros
que moran las moquetas heredadas
de un tiempo en el que el tiempo lo marcaba
la aguja inconmovible de la hambruna?
O, dicho de otro modo
—habrá de permitírseme este plagio—,
¿Por qué no hay ya zapatos para todos?
No entre —dirán los muchos—
usted en estos temas tan sórdidos que nunca
han sido asuntos propios de poetas.
Pero este que ahora escribe no es poeta,
no quiere ser poeta en estos tiempos
en los que ha fracasado la poesía
cargada de futuro; este que escribe
a golpe de muñones, nausea y retortijones,
reniega hasta las heces
de la inmisericorde, mansa y cómplice
asepsia de lo bello que se hinca de rodillas
a los pies bien herrados de los abarroteros
bubónicos del humo y la miasma.
¡Basta de felaciones para llenar la panza!,
que están los anaqueles
de nuestra sacrosanta cleptocracia
de todos los demonios,
llenos de caspa y pus, desvencijados,
comidos por los ácaros del polvo
al polvo de aquel tiempo
que no llego a nacer
con un hacha en la mano vengadora.
Ha muerto la poesía, envenenada
por las empalagosas babas de los poetas
—a rey muerto, rey puesto—, y ha venido
a ocupar su lugar la pleitesía.
Ha muerto la poesía, estamos muertos,
ha muerto Nicanor, antipoeta,
y, con él, la poesía. Todo ha muerto,
todos estamos muertos,
así que no me vengan a tocar los cojones
con recomendaciones tocantes a la lírica
y sus amodorrantes efectos secundarios.
¿Por qué no hay ya zapatos para todos?
¿Por qué en los anaqueles
de los hipermercados cleptocráticos
no hay más que polvo y caspa
de un tiempo en el que el tiempo lo marcaba
la aguja inconmovible de la hambruna?
La poesía ha muerto, todos estamos muertos,
y esto es un alarido, no una pipa
cargada de futuro,
                                ni poesía.

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