Trolltuiteros y otros tontos de baba

El uso del tuit por parte los partidos políticos patrios como instrumento cada vez más exclusivo para difundir su mensaje -o la carencia de este- es una gilipollez superlativa. A esos hilos sólo acuden la militancia propia, para entonar sus alabanzas, del todo inoperantes para el fin que se pretende, y los "trolltuiteros" de los adversarios, con la intención de reventarlos. Un ejercicio, por ambas partes, tan estúpido como estéril. A "apolíticos", desencantados e indecisos sólo se les puede conquistar con el cuerpo a cuerpo.

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Aquél que acuñó la expresión "diálogo de besugos" fue, sin duda, un adelantado a su época, un visionario que, ya in illo tempore, imaginó a nuestros políticos contemporáneos haciendo el mentecato en Twitter.