El portador de la luz
Sobre la rebelión de aquel arcángel,
ejemplo de sapiencia y hermosura,
no hay nada cierto escrito.
Yo he de hacerlo.
Cuando tras una eternidad de fe
ciega y devota y sombras chinescas, los arcángeles
fueron iluminados por un trueno,
una explosión de luz, y comprendieron
que no hubo nunca un dios en el origen,
un dios creador del cielo y de la tierra,
y que todos los seres de este mundo,
de este valle de lágrimas tan sólo
eran un accidente precario y sin sentido,
fingieron no saberlo. Lucifer
no pudo soportarlo
y se amputó las alas —alas germen
de bruma, eclipse y sombras— a mordiscos.
¡Qué misterios tan insondables abordas aquí¡
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