Sonetillo para mi nieta Candela en Viena (Agustín Casado)
Anda Freud aun más loco,
Strauss se desmelena
y el tercer hombre que apenas
creerlo puede tampoco.
Gustav Klimt retoca un poco
su beso y pinta a mi nena,
Theresía se envenena
de celos en su sofoco.
Ringstrasse un alboroto,
el Prater una verbena,
y en la StadtOper se estrena
en su honor ballet barroco.
¡Creen que Cande y su descoco
es Sissí que ha vuelto a Viena!
Muy feliz y músico aventurero poema. Saludos cordiales
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