Era una ciudad en la que las sucesivas encuestas oficiales ponían de manifiesto la existencia de una preocupación creciente por el avance inexorable de la epidemia. Pero sus habitantes continuaban empecinados en alimentar a las ratas.
Ilustración: El triunfo de la muerte, de Pieter Brueghel el Viejo.
¿Volvemos a la Edad Media?
ResponderEliminarEso parece, Carlitos.
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