Angela Merkel, tras la cumbre del G7 celebrada el pasado fin de semana, ha declarado que los europeos ya no nos podemos fiar completamente de El Reino Unido y los Estados Unidos de Norteamérica. Lo que ha olvidado decir —puede que a consecuencia de la ingesta de cerveza— es que tampoco nos deberíamos fiar ni un pelo de Alemania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario