Bodrio-poema desmemoriado
En la cloaca astrosa
a la que han arrastrado
las alimañas patrias
a Esperpentaña, sólo
se mueven como pez
en el agua los tales
engendros sin escrúpulos,
por disponer de duros
estómagos y branquias.
Al resto, ante el hedor
que desprenden las aguas
cloacales, no nos queda
otra opción que, arrastrándonos
sobre el fango, taparnos
las narices y, haciendo
de tripas corazón,
respirar por la boca
—lugar por el cual dicen
que muere, y cómo, el pez:
ese animal carente
de memoria que, necio
y contumaz, insiste,
a pesar del dolor
y la sangre vertida,
en morder el anzuelo.
¿Morder el anzuelo con las narices tapadas o ausentarnos totalmente de la cloaca? Algunos pretenden la política para peces y sólo caen en el engaño de la red.
ResponderEliminarA que piquemos el anzuelo se dedican casi todos los políticos
ResponderEliminarLa Naturaleza nos dotó de tales mecanismos de adaptación, Rafa, que flaco favor parece hacernos....tragamos tanto que podemos vivir en ese caldo fétido, pútrido, contaminado...Me asfixio..espero que seamos muchos....No podemos seguir por más en estas aguas turbulentas de miasmas
ResponderEliminarTerapia poética de urgencia !!!!!
Rafa lo de demuestra que no eres un robot me saca de quicio por lo latoso que se pone
soy yo, Milena, la del último anónimo
ResponderEliminarA mí también me saca de quicio. Tanto que, a veces, llegó a pensar que lo soy. Yo no lo he determinado así. Apareció un día y ahí sigue.
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