Bodrio-fábula sin moraleja
Somos la rana en el caldero
cociéndonos a fuego lento
y, para completar el cuento,
afuera, eternamente enero,
hay cuántos grados bajo cero,
no hay sol y nieva y hace un viento
que en hielo muda hasta el aliento
flagrante del dragón más fiero.
Todo está atado y bien atado
de tal manera que, con creces,
o te congelas o te cueces.
Y sin embargo, aun derrotado,
el triunfo juro que a esta tropa
le agrio meándome en su sopa.
Don Cangrejo hervido y cocido de impuestos, IVAs y reducciones de sueldo
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