(Cuento de una Navidad futura)
Os voy a contar un secretillo. Pero antes tenéis que prometerme que no le iréis con el cuento a autoridad (in)competente o fuerza represiva algunas; que, por poco más, mirad la que se ha liado con Zapata. ¿Prometido? Vale. Bueno, veréis, ya sé que de tan insólito os parecerá imposible, pero el anuncio de la lotería de este año está basado en acontecimientos reales ocurridos hace no mucho en Villatripas de Abajo. Sí, hombre, sí, esa humilde pedanía del Vall d'Aran donde, según el gran Javier Krahe, "se suple con desparpajo por parte del vecindario la falta de monetario." Pero la ficción ideada para hacer el caldo gordo décimo tras décimo a esa Hacienda que nunca fuimos todos, dista más de siete pueblos de la realidad en la que se ha inspirado. Porque Carmina, la Carmina de este emputecido mundo real, no se emociona y decide tirar la casa por la ventana al creer erróneamente que ha sido agraciada con el jodido premio gordo de la lotería navideña. El asunto, licencias poéticas y no tan poéticas mediantes, aconteció más o menos del siguiente tenor. La buena de Carmina, en tanto andaba preparando unas deliciosas gachas para que merendase uno de sus muy dilectos nietos, escuchaba desde la cocina como en TV3 daban la noticia de que el Partido Popular había sido disuelto y sus más altos dirigentes encarcelados por corruptos. Y, para celebrarlo, se echó a la calle a hartarse de tinto del Penedès por esos bares de todos los demonios y a fumar yerba del Líbano como una "descosía". Y así lleva ya más de dos semanas. Pero, ante tamaño entusiasmo, nadie ha tenido huevos de contarle a la buena señora que lo que realmente estaba escuchando esa tarde desde la cocina no era otra cosa que una parodia de Polonia. Eso sí, todo el vecindario se ha conjurado para, en los próximos comicios, y en honor a los buenos sentimientos de Carmina, votar en masa a Esquerra Republicana. Quién sabe, igual en alguna Navidad futura no muy lejana, a Carmina, le termina tocando ese otro gordo que tanto la ilusiona.
Votar en masa es como dar crédito a esa Hacienda que nunca fuimos todos... El premio se lo llevan otros pero siempre pagamos nosotros las consecuencias.
ResponderEliminar