Las mafias energéticas
se reparten las fichas
del dominó climático
como si se tratase
de un juego más, y entablan
cada partida obviando
cualquier tipo de regla
tendente a conservar
en buenas condiciones
el terreno de juego.
Y a fin de que no alcemos
la voz contra sus prácticas
―terrorismo climático―,
no escatiman esfuerzos
ni gastos para hacernos
pasar por alto el hecho
de que ya se ha iniciado
la caída en cascada
de alguna que otra ficha.
Pero el cambio climático
más que un juego de mesa,
es apostar la vida
a la ruleta rusa
con las seis balas dentro
del tambor del revólver.
O las sacamos todas
con urgencia o no habrá
en breve modo alguno
de pausar o atajar
la reacción en cadena
que nos arrastra rumbo
a la gran extinción.
Ahora que se han hecho dueñas del sector de las energias renovables se harán ecologistas y todo
ResponderEliminar