Me contaba mi padre
―maestro en reducir
las penas al absurdo―
que en los años del hambre,
se puso muy de moda
en las casas humildes
el chorizo a la sombra.
Se colgaba un chorizo
debajo de una lámpara
para que proyectase
su nutritiva sombra
sobre un plato vacío,
y se mojaba pan
si lo había, y si no,
se lamía por turnos.
¡Qué tiempos¡
ResponderEliminar¡Hoy en día hay demasiados pocos chorizos a la sombra (de esos que se proyectan bajo los focos mediáticos).
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