Tablas
Me miro ―de soslayo
por no hacer un Narciso―
en las aguas tranquilas
del estanque y me veo
a un tiempo tan David
y Goliat y a la par
tan libre de pecado
que me digo “es la hora”
y preparo el guijarro
y lo hondeo con todas
mis fuerzas ―qué jodida
puntería la mía;
ya he roto otra ventana.
dEBE PERTENECER A TU SERIE DE "PESADILLAS DE UN ARDIENTE VERANO"
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