"O bé, si sembla massa…"
Miquel Martí i Pol
Tampoco pedí tanto
―fui más que nada ofrenda.
Yo era un mendigo al borde
del desdén con tan poco
que ganar que no supe
pedir apenas nada.
Y no pedí una vida
en común ni una noche
clandestina o, al menos,
un minuto mirándonos
fingiendo, si no amor,
deseos mutuos de sexo.
Tampoco pedí tanto:
fui sólo un pordiosero
que sin pedir permiso
suplicó sin amor
propio alguno una humilde
limosna, unas migajas:
las sobras de tu tiempo.
Debió parecerte demasiado.
Siempre es demasiado para lo que estamos dispuestos a otorgar.
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