Tic

Hay exceso de luz.
La reverberación
de onda corta genera
espejismos que nublan
―narcóticos— el juicio:
territorio de caza
ideal para quimeras.
Hay que apedrear los focos
hasta hacerlos añicos
para luego, cerrando
los ojos, escuchar
la tenue luz sin fe de las estrellas.