jueves, 2 de junio de 2016

Dónde está Wifi (4)

María Luisa es como un sol tibio de invierno luego de la peor de las tormentas. Sosiego y paroxismo a un tiempo, sólo un idiota, estando a su lado, podría echar de menos otros instantes, lugares o personas. Y yo soy un idiota, y no consigo dejar de pensar en la suerte que haya podido correr Wifiginio, perdido y solo en este mar de arena sin confines. Pero dónde y cómo buscarlo. ¡Volar! Sí, volar. En mi obsesión sin tregua, he suplicado a María Luisa que me revele los secretos del vuelo. María Luisa, "como si oyese el latido de un aldabón que llamara a la muerte desde el fondo de sus propias entrañas", ha llorado niebla negra y, en tanto el sol se ha desplomado sangrando y moribundo hacia su ocaso, un aluvión de flores ha anegado el desierto.

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